Cuando hablamos de productos financieros son muchas las entidades que encontramos que ofrecen soluciones de ahorro y crédito, no obstante, muchos aún no identifican la diferencia a la hora de preferir una Cooperativa o una entidad bancaria tradicional.

Aquí te contamos algunas de las diferencias:

1. En la banca tradicional sus dueños son los accionistas y el mayor propósito es generar rentabilidad para este grupo; en una Cooperativa los dueños son los mismos asociados, quienes al ser aportantes invierten en el capital de la empresa.
2. Los servicios y productos ofrecidos son sin ánimo de lucro, ya que todo es pensando en pro del bienestar de los asociados y las ganancias obtenidas son invertidas en fondos para su propio beneficio y el de sus familias.
3. La participación en la toma de decisiones en una entidad bancaria en exclusiva es de sus directivos y accionistas, teniendo mayor peso quien tenga mayor cantidad de acciones; en una Cooperativa todos tienen el mismo derecho de elegir y ser elegidos.
4. El servicio en una entidad bancaria es un tono más corporativo, procurando atender el mayor número de clientes en el menor tiempo posible; en una Cooperativa hay mayor familiaridad y la atención es más personalizada.
5. ¡Y la más importante! En una Cooperativa los excedentes son dispuestos para articular los fondos sociales que son recursos dispuestos para contribuir a la calidad de vida de los asociados y sus familias es sus momentos más importantes: educación, salud, deporte, recreación, cultura y turismo.  

Somos una familia con aproximadamente 58.000 asociados ¡Solo faltas tú!